Deuda buena frente a deuda mala: cómo diferenciarlas
Conclusiones clave
✓ La «buena deuda» puede ayudarle a aumentar su patrimonio neto con el tiempo o generar ingresos futuros.
✓ La «deuda mala» no le ayuda a aumentar su patrimonio neto ni a generar ingresos futuros y puede tener un tipo de interés alto.
La deuda puede ser su aliada o su enemiga.
Sin duda, la palabra «deuda» no gusta a casi nadie, pero es un término que muchos conocen bien. El consumidor medio en muchos países desarrollados puede tener una deuda significativa de tarjetas de crédito. Dicho esto, la deuda no siempre tiene intereses altos, ni tiene por qué multiplicarse descontroladamente, ni ser lo que se suele llamar una «deuda mala». De hecho, ciertos tipos de préstamos son reconocidos como «deuda buena». La buena deuda se considera una herramienta para construir su futuro financiero.
A continuación, le indicamos cómo diferenciar entre una deuda buena y una deuda mala, además de cómo minimizar cualquier deuda mala que pueda tener.
¿Qué es una buena deuda?
La buena deuda se considera generalmente cualquier deuda que pueda ayudarle a aumentar su patrimonio neto o a generar ingresos futuros. Es importante destacar que, por lo general, tiene un interés bajo. Generalmente, los préstamos de alto interés son aquellos con tipos de interés significativamente más altos que los tipos de interés estándar en el mercado de su país.
Ejemplos de deuda buena
Educación
Aunque los préstamos estudiantiles pueden ser una carga financiera, endeudarse para pagar la educación generalmente se considera una «deuda buena», pues una mayor educación podrá contribuir a que aumenten sus ingresos en el futuro. El graduado típico gana un salario más alto por semana que alguien con un nivel de educación inferior. Entre graduados, la tasa de desempleo suele ser más baja. Estos factores pueden contribuir a una diferencia significativa en los ingresos promedio a lo largo de la vida. Por eso, los préstamos estudiantiles se consideran una inversión de futuro.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que para que la deuda por préstamos estudiantiles se considere «buena», debe cumplir algunos criterios:
- Tener un tipo de interés bajo. Unos tipos de interés más bajos en los préstamos para estudiantes ayudan a que sean más fáciles de pagar en el futuro. Los préstamos estudiantiles respaldados por el gobierno suelen tener tipos bajos, pero no todos los préstamos estudiantiles privados los tienen. Asegúrese de evaluar cuidadosamente los términos de cualquier préstamo estudiantil que asuma.
- Poder ayudarle en sus perspectivas profesionales a corto y largo plazo. Una estimación aproximada de cuáles podrían ser sus ingresos tras graduarse y a lo largo de su carrera profesional puede ayudarle a situar su deuda estudiantil en el contexto de sus finanzas futuras. Por ejemplo, contraer préstamos estudiantiles extensos y con intereses más altos para pagar un título que solo puede dar como resultado un salario comparable al que ya podría estar ganando ahora, podría no ser beneficioso. En ciertos casos, saber si podrá acceder a prestaciones de su empresa o a programas gubernamentales para pagar sus préstamos estudiantiles puede ayudarle a tomar una decisión acertada.
Vivienda o propiedad
Las hipotecas son un tipo de préstamo que se utiliza para comprar una casa u otra propiedad. Históricamente, se les ha considerado una de las formas de deuda más seguras porque suelen tener tipos de interés más bajos y pueden ayudarle a acumular capital (piense en la propiedad gradual de su vivienda).
El capital que puede generar gracias a su vivienda es importante por varias razones:
- El capital de la vivienda puede ser un activo importante, ya que los valores medianos varían mucho según el país y la región.
- Las viviendas pueden revalorizarse; es decir, ganar valor. Históricamente, los precios de la vivienda en muchos países se han revalorizado significativamente con el tiempo, aunque esto varía mucho según la región. Sin embargo, como ocurre con cualquier inversión, el rendimiento pasado no garantiza el éxito futuro, y una vivienda puede perder valor, incluso por debajo del importe adeudado en la hipoteca.
- Si lo necesita, o si así lo decide, puede solicitar un préstamo hipotecario o una línea de crédito con garantía hipotecaria sobre el patrimonio neto acumulado de su vivienda.
Asegúrese de investigar antes de firmar cualquier contrato, especialmente para una hipoteca, ya que puede tener muchas variables. Por ejemplo, es posible que pueda elegir si su hipoteca tiene un tipo fijo o variable. Las hipotecas de tipo fijo y las hipotecas de tipo variable ofrecen importantes ventajas e inconvenientes: las hipotecas de tipo variable son más complejas y suelen ofrecer tipos iniciales más bajos, pero con la posibilidad de que estos aumenten. Si está interesado en comprar una propiedad, hable con un agente inmobiliario local de su país para obtener más información sobre los aspectos más importantes que debe tener en cuenta y las decisiones que quizá tenga que tomar.
¿Qué es la deuda mala?
La deuda mala es aquella que se utiliza para financiar compras que no aumentarán su patrimonio neto ni sus ingresos futuros. En algunos casos, esta deuda puede usarse para comprar cosas que se deprecian. A menudo, la deuda mala tiene un tipo de interés elevado en el momento de adquirirla o un tipo variable que podría aumentar en el futuro, lo que significa que es probable que acabe pagando una prima por compras que perderán valor con el tiempo.
Ejemplos de deuda mala
Tarjetas de crédito
Las tarjetas de crédito facilitan el gasto (excesivo) porque, psicológicamente, pasar la tarjeta resulta menos traumático que gastar dinero en efectivo. Pero acumular deudas en la tarjeta de crédito puede causar más problemas en el futuro.
Muchos adultos tienen deudas sustanciales que a menudo superan los ingresos de varios meses o años. Además, las tarjetas de crédito suelen tener tipos de interés altos, a veces muy superiores al 20 %, lo que hace que la devolución sea cara. Además, como a menudo se utiliza el crédito para comprar cosas que se consumen rápidamente, como comida y ropa, al final no queda nada que justifique esa deuda.
¿Cómo puede evitar este tipo de deuda mala? Haga un plan para pagar las deudas de tarjetas de crédito que tiene hoy y, a continuación, empiece a tratar su tarjeta de crédito como una tarjeta de débito. Úsela únicamente para compras que pueda pagar con el dinero de su cuenta bancaria. Crear y mantener un presupuesto también puede ayudarle a controlar sus gastos, y tratar de acumular ahorros para emergencias equivalentes a entre tres y seis meses de gastos puede ayudarle a evitar tener que recurrir a las tarjetas de crédito en caso de apuro.
Otros préstamos con intereses elevados
Por lo general, los préstamos con intereses altos son aquellos que tienen un tipo de interés significativamente superior al tipo de interés estándar del mercado de su país. Pueden presentarse en forma de préstamos rápidos o determinados préstamos personales. Estos préstamos pueden ser difíciles de reembolsar, lo que puede hacer que sean aún más caros a medida que los intereses se acumulen y aumenten. Si se retrasa en algún pago, los costes pueden ser aún mayores. Debido a sus tipos de interés altos, estos préstamos solo deben utilizarse en casos de emergencia, cuando ya se han agotado todas las demás opciones. Para evitar tener que depender de préstamos con intereses elevados, es conveniente que siga los mismos pasos necesarios para hacer frente a las deudas de tarjetas de crédito. Liquide cualquier préstamo con intereses altos que tenga y trate de crear un fondo de emergencia lo antes posible para evitar tener que pedir un préstamo en el futuro.

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